Somos un brillante grano de arena entre masas fácilmente controlables.
Este día tenía intención de escribir de algo totalmente diferente, pero maravillosamente tengo la capacidad de cambiar mi destino sólo un poco, ¡quien lo diría!
Al hablar de “Masas” me refiero a personas, ciento, miles, millones de personas, fácilmente controlables por un puñado de individuos con suficiente poder económico/social. La mayoría de las veces sin darse cuenta, muchas veces para bien, pero a mi parecer, si todos se dieran cuenta de la forma en que cada detalle en tu vida es controlado por alguien más, dudo les gustaría.
Abre Facebook, tienes a tu derecha publicidad, ¿crees que esa publicidad no influye en ti? Piensa dos veces. La ropa que usas, el corte de cabello que tienes, incluso tu forma de pensar ha sido moldeada por un puñado de individuos. E imagino que de ahí surge la habladuría popular sobre que las personas que escuchan cierto tipo de musica, deben comportarse de cierta manera. Y estoy bastante de acuerdo, ver a un Metalero bailando pegado con una canción de reggaeton bastante mala de fondo, no es una visión nada agradable. Sí, sí, juzgar a los demás y todo eso. Pero todos llevamos en nuestra frente un cartel con letra escrita sutilmente que nos define a cada uno. Para algunos el cartel es más grande que para otros, y algunos están conscientes y lo moldean a su gusto, y la mayoría de nosotros lo tiene bien, pero bien martillado en la frente.
Puede que nadie en el mundo este pendiente de la forma en que actúas, piensas o que compras. No, nadie fija los ojos en ti para controlarte. Pero si fijan los ojos en esa gran masa de personas que conformas. Por que al menos que seas un monje que vive en un lejano monasterio montañés, de seguro formas** parte** de una masa fácilmente controlable. Los discursos políticos, propagandas, vídeos, todo esta enfocado a que desees, repudies, o compres algo. Y muchas veces con abrir sólo un poco los ojos nos damos cuenta de esa desfachatez, intentándonos influir de una forma tan descarada. Oh pero, el 80% de las personas que conocemos seguirán con la idea que les implantaron, pues, o vamos con ellos, o nos quedamos rezagados.
No es nuestra culpa ser fácilmente controlados como masas. Estamos configurados desde hace miles de años para eso. Matemáticamente una masa de personas, lograran obtener una mejor respuesta a una adivinansa, que casi cualquier persona de forma individual. ¿Da mucho que pensar, no? Si tu respuesta no vale en un mar de opiniones, ¿para que darla?
Pero, si todos pensaran así, no se habrían logrado las cosas maravillosas que se han logrado. Porque somos individuos impotentes en este mar de personas. Pero al mismo tiempo, somos un mundo por nosotros mismos, y somos infinitamente pudientes.